La intervención psicológica como parte de la atención integral del cáncer de mama.
El proceso de afrontamiento y atención integral ante el cáncer de mama inicia desde que se presenta la sospecha del padecimiento y es justo cuando la persona se enfrenta a un largo recorrido lleno de experiencias, no todas satisfactorias, en búsqueda de ganarle la batalla.
El momento de mayor confusión y angustia que una persona puede experimentar es al recibir el diagnóstico, razón que permite entender la dificultad para solicitar la ayuda necesaria. Esta angustia no es transitoria puede persistir después del impacto del diagnóstico debido a la incertidumbre del camino por recorrer.
Posteriormente, dejando atrás el impacto, durante el largo proceso de tratamiento, se enfrentan diferentes situaciones problemáticas, tales como, cansancio por el tratamiento médico, preocupación por los síntomas y temor a morir, entre otros. Ante estas situaciones la persona se ve en la necesidad de realizar cambios en su vida cotidiana ya que el tratamiento requiere la inversión de energía y tiempo, en consecuencia, sus proyectos personales se suspenden o postergan; esta espiral de situaciones problemáticas y dolorosas llenas de frustración y estrés conducen a un nuevo camino el de la depresión, es entonces que se suma otra batalla por combatir.
De acuerdo a la APA (2017) un porcentaje entre 20 y 60 de las mujeres que padecen cáncer de mama presentan síntomas de depresión, lo cual afecta directamente la aceptación y apego a su tratamiento, incluso en ocasiones pueden negarse a practicar alguna cirugía o dejan de asistir a sesiones de radiación o quimioterapia. Así mismo, ante la posible pérdida de la mama, aparece en la mujer la idea de la mutilación de su cuerpo como una pérdida de la feminidad construida socialmente a partir de la imagen, de la apariencia física. Esta percepción de una feminidad mutilada contribuye de manera importante a afrontar la enfermedad con mayor dolor y tristeza. La mujer teme a perder su feminidad.
¿Qué beneficios brinda la atención psicológica?
La vida de las personas diagnosticas con cáncer de mama, como lo hemos mencionado se ve afectada ante la presencia de esta enfermedad. Ansiedad y depresión se hacen presentes en esta batalla. Además, las diferentes acciones asociadas al tratamiento implican cambios en su cotidianidad, dejando de realizar algunas de sus actividades, además de sumar otras que pueden resultar cansadas y dolorosas.
Los psicólogos y psicoterapeutas son los profesionistas que colaboran con las personas para que logren aceptar y sobrellevar la enfermedad y su tratamiento, lo que incluye afrontar los cambios físicos y emocionales, así como de estilo de vida, además colaboran para lograr el apego adecuado al tratamiento, así también contribuyen a proporcionar herramientas para controlar el estrés y combatir la ansiedad y la depresión.
¿Cómo se apoya psicológicamente a la familia?
La enfermedad no solo influye en quienes la padecen, también afecta a la familia y a sus seres queridos quienes pueden presentar alteraciones psicológicas similares: estrés por los cambios en las rutinas y actividades cotidianas, ansiedad y depresión por temores asociados al dolor y la muerte.
Por otra parte, se puede presentar un factor importante que contribuye negativamente, el hecho de que, regularmente el familiar no tiene conocimiento de la forma adecuada de apoyar e intervenir.
Una forma de participación del psicólogo es justamente colaborar con la familia a quien de igual forma ayudará a comprender la enfermedad y enfrentar las alteraciones emocionales asociadas. Así mismo será una pieza clave para convertir a la familia en un factor positivo en la batalla contra el cáncer.
Para tomar en cuenta
La recuperación en el plano psicológico y emocional regularmente toma más tiempo que el tratamiento médico. La participación del psicólogo garantiza una intervención integral de mayor éxito, reduce los riesgos emocionales y favorece el apego al tratamiento médico lo que se verá reflejado positivamente en los resultados.
